De vuelta al "Coso de Santa Margarita".
De nuevo a las cinco de la tarde, hora taurina la que eligió nuestro Capataz para reunirnos de cara a una nueva jornada de trabajo que se desarrollaría el pasado Sábado 19 de febrero.
Se trataba de la cuarta, y como bien mandan los cánones, trabajo por derecho, aunque con nervios iniciales como suele ser casi norma en todas las que llevamos hasta el momento.
Algo más pesado el material en esta ocasión, se trataba de elevar otro de los pilares , el cuarto, y en esta ocasión contábamos con 3 nuevos peones que se han sentido llamados para trabajar codo con codo con todos nosotros en esta encomiable labor.
Se mostraban nerviosos, con ganas de empezar a trabajar pero con cierto miedo ante lo que se les venía encima aunque, aquellos que llevamos algunos años construyendo esta Catedral, supimos respaldarles y ayudarles para que esa sensación de intraquilidad desapareciese.
Como todo aquel que hace por primera vez una cosa, necesita un empujoncito para comenzar a trabajar. Reconocemos que los materiales van pesando y estar debajo de una Cúpula con tan sólo 3 pilares no es algo que proporcione mucha tranquilidad. Aquellos que saben de lo que va esto, ayudan... y mucho.
Un gran momento vivimos como en años anteriores, la vuelta al Coso de Santa Margarita. Allí se labró el capitel del pilar, maestría demostrada y muchísimo gusto, rematado con la imagen del Morlaco reseñada en la potencia, elegancia y sufrimiento, nada más cercano a la realidad de este noble animal.
Cuarto Pilar construido, elevado hasta el cielo, esbelto y resistente que hace bueno el trabajo de todos los Obreros de la Madre de Dios y que como los 11 restantes, soportará la Cúpula del Cielo, la de la Catedral Costalera de la Ciudad de Linares.
Foto: Germán Muñoz.